lunes, 22 de febrero de 2021

"las quince felicidades del matrimonio"

"Las quince felicidades del matrimonio" es un texto satírico francés en prosa publicado anónimamente a mitad del siglo XV que presenta un cuadro de disputas y engaños conyugales: la sátira misógina analiza la ceguera de los esposos colocados en situaciones cotidianas y concretas.

Posibles autorías

Las diferentes publicaciones de las felicidades entre el XV y el XVI son anónimas.

Unos versos octosílabos colocados al final de un manuscrito de la biblioteca de Rouen fechados en 1464 nos deja el nombre del autor de una forma muy enigmática. Se propusieron varios nombres: entre los más asiduos Antoine de la Sale, pero también Jean Wauquelin, Gilles de Bellemère, Abel Lemonde de Mers, Simon de Hesdin…

Una edición crítica del texto realizada por François Tulou en 2010 (simple reedición de 1936 no actualizada) en la que figura por tanto el nombre de Antoine de la Sale en la cobertura. Elementos como la sátira bufona y la guerra de sexos acercan a «Las quince felicidades del matrimonio» a la contribución de La Sale con sus «cien nuevas novelas» mientras que La Sale no es el autor. A pesar de que efectivamente la novela numero cincuenta de La Sale, primer maestro del hotel del duc moseineur, lleva su nombre.

Un artículo de Stéphanie Benson, Nelly Labére y Gilles Mangard propone que el autor sería Alain Taillecoul (alrededor de 1350-1396), señor de Lauresse.



Una prosa entre sátira y narración


El autor parodia un texto de devoción popular, «Las quince felicidades de la virgen», y enumera en quince cuadros las «felicidades», o más bien, las infelicidades del hombre atrapado por las “trampas” del matrimonio, presentado como la fuente de todos los males domésticos, y sobre todo como el origen de la desgracia suprema de todo ser humano: la pérdida de la libertad. El tono es claramente misógino y anti feminista y está inscrito en la tradición medieval que remonta a Saint Jérôme (sobre todo su Adversus Jovinianum) o las maquinaciones y trucos femeninos causan las desgracias del hombre; peroelmaridoes presentado como un desgraciado sin imaginación, “metamorfoseado en asno sin necesidad de ningún encantamiento” tan culpable como su esposa, y que él mismo ha probocado su desdicha: “Dios ha dado frio solamente a aquellos que sabe que están suficientemente abrigados como para poder soportarlo. El texto ofrece un cuadro vivo y repleto de trampas de la vida conyugal, sin deseo de corregir los modales, pero con una mirada irónica, siempre divertida. El interés del texto está en que cada uno de los quince cuadros, medio narrativos medio satíricos, en un lenguaje próximo al habla natural, es en si una pequeña novela con numerosos diálogos vivos realistas. La verdad general se encamina hacia la escena ficticia a través de proverbios como “a la aventura” (por casualidad en el francés de la edad media) que señalan un cambio de régimen discursivo al principio de cada cuadro.


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