martes, 12 de abril de 2011

Marina Tsvétaïéva

El 26 de Septiembre de 1892 nace en Moscú Marina Tsvétaïéva. Hija de un historiador de arte. Dos años después nace su hermana Assia. La vida de Marina se entrelazó frecuentemente con las turbulencias políticas de la época. Si bien ya en 1902 ve estallar la revolución de octubre y tiene que escapar con su familia a Italia donde empezará a conocer la ideología anarquista, lo cual dará como resultado algunos poemas contra el zar. En 1906 muere su madre. Al volver a Rusia se encuentra de frente con la revuelta Potemkine, también conoce, en 1911 a Sergueï Efron en casa del poeta Max Volochine con el que se casaría en enero de 1912. Pero se ha desatado la contra-revolución contra los rojos y se ve de nuevo enfrascada en la lucha política. En 1915 conoce a su amante Sofía Parnok. En 1917 el país está cortado en dos entre los rojos y los blancos, y Marina se encuentra sola en Moscú junto a sus dos hijas, Irina recién nacida, permaneciendo sin noticias de su marido durante cuatro años, el cual combatía en el frente con la armada blanca. El 20 de febrero de 1920 había muerto su hija Irina de dos años y medio de hambre. El invierno anterior la situación económica de la familia era muy negativa y sólo tenía dinero para mantener a una de las dos, como Ariadna estaba enferma decide llevarse a esta, pero cuando regresa a buscar a la pequeña ésta estaba ya muerta y enterrada. El resto de la familia se reúne en Berlín en Mayo de 1922.
En 1925 nace su hijo Guéorgi y en 1939 vuelve a Moscú con él.
En 1941 entran las tropas alemanas en la unión soviética, suicidio de Marina y ejecución de su marido.
Su lucha contra el régimen no la dejó más que sinsabores y su vida se convirtió en una constante huida. A menudo se lamentó de no poder consagrarse a lo que más le interesaba, su obra literaria.
Cuando se desata la primera guerra mundial y el mundo entero clama contra los alemanes ella proclama su amor hacia esa patria, decisión que casi nadie logró comprender, pero en la que se basaban más sus gustos culturales que políticos, hay que tener en cuenta que ella pensaba más en Goethe que en los militares alemanes. Pero cuando los alemanes entran en Checoslovaquia su pensamiento político se acerca más al de la URSS.
Exiliada política y geográficamente, olvidada, sin dinero, lo más doloroso para Marina fue su inadaptación a la vida cotidiana. Su temperamento vivo la empujaba a una vida desordenada, de constantes amantes de ambos sexos, más llevada por la evasión de un aburrimiento casi patológico de la vida que de la necesidad del amor en si mismo, algo que siempre sintió por su marido “no amar más que las mujeres, para una mujer, o que los hombres, para un hombre, excluyendo lo inverso que es lo corriente, ¡Qué angustia! Pero no amar nada más que a las mujeres, por un hombre, o que los hombres, por una mujer eso que no es lo corriente ¡Qué aburrimiento!” su madre fue su referencia suprema, y en ella vio a alguna de sus amantes, como Sofia Parnok, la repetición de su relación primitiva. Reuniendo al mismo tiempo los atributos de la madre y del hombre. La pérdida de su madre supuso para ella la desaparición de su niñez en general, que se la presentaba como la edad de oro de su vida en general, el paraíso perdido.
Exiliada en Paris, Berlín y Praga 1922-1925 fueron estos años los más fecundos de su vida, ya que como ella misma dijo “El mejor lugar para un escritor es aquel en el que menos se le impide escribir (respirar)”
Versos llenos de folclore que la alejarán del público occidental que la ignora, y bajo la factura revolucionaria de sus versos que la alejan de Rusia, ella se atribuye la calificación de poeta revolucionario. Si su lirismo es ante todo un trabajo de interioridad, su expresión la lleva hacia ese espacio que la falta. La nostalgia de Rusia que se confunde con el espacio humano en sus versos.
En Francia encontró asilo pero sobrecargada de trabajos domésticos no tiene casi tiempo para dedicarse a su obra y llegará a no enviar a su hija al colegio para tener tiempo para ella.
La vida común se le aparece como un mundo lejano y desconocido “todos mis amigos me hablan de la vida como unos marineros hablarían sobre países lejanos a sus paisanos.” Búsqueda de una soledad cotidiana que la esquivaba. Concibe al poeta como por debajo de los territorios, como un emigrado en el tiempo. Exilio político, literario, psicológico y soledad interior.
En sus versos, captamos una serie de expresiones ilógicas, muy próximas a la escritura automática de los superrealistas, que comenzaban a expandirse por Europa. El pensamiento no presenta ninguna solución de continuidad, una suma de momentos de ensueño, desde el punto de vista del tiempo, para no considerar más que el sueño puro, el hecho de dormir, no es inferior a la suma de momentos de la realidad. Podríamos decir que su vida sólo existe transfigurada por su arte. A continuación les presento dos poemas traducidos por mi del libro “El cielo arde.”

Una flor cuelga de mi pecho;
¿Quién la colgó? –Ya no lo sé.
Mi hambre es insaciable
De tristeza, de pasión, de muerte.

Por el violonchelo, el chirrido
De puertas y el tintineo de vasos,
Y por el rechinar de espuelas
Y el grito de trenes nocturnos –

Por el disparo en la caza,
Por la campana de los troikas­­ –   
Me llamáis, me llamáis,
Vosotros, ¡No me gustáis!

Sin embargo ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­una delicia:
Espero aquel que sea el primero
En comprenderme por fin
Y tirará a quemarropa.                                                               22 de Octubre de 1915.

 LA CARTA
No se esperan las cartas
Y – sin embargo la carta.
Un jirón de trapo
Alrededor de una cinta
Pegada. Dentro – una palabra.
Y la felicidad. – eso es todo.

No se espera la felicidad
Y – sin embargo al final:
Un saludo militar
Y el plomo en la sien –
Tres balas. Los ojos rojos.
Eso – Es todo.

Para la felicidad - ¡Soy vieja!
¡El viento ha cazado los colores!
Más que la cuadrada corte
Y el negro de los fusiles.

(Que el cuadrado sobre:
¡Tinta y encantos!)
Para el sueño de la muerte
Nadie es demasiado viejo.

Que el cuadrado sobre.                                                              11 de Agosto de 1923.

2 comentarios:

gloria dijo...

buenisima, muy precisos y duros... gracias por traducirlos, queremos massss

Pamela Pérez Bernal dijo...

son poemas que se te atragantan en la garganta, hay una angustia latente un dolor intenso...